La suspensión de tu vehículo es un componente crucial para garantizar un viaje suave y seguro. Además, es un aspecto que se examina durante la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Aquí te presentamos una guía sobre cómo revisar la suspensión de tu coche antes de llevarlo a pasar la ITV:
1. Inspección Visual
- Amortiguadores: Observa los amortiguadores para detectar signos de fugas de aceite, corrosión o daños visibles. Cualquier amortiguador en mal estado debe ser reemplazado antes de la ITV.
- Muelles: Revisa los muelles para asegurarte de que estén en buen estado y no presenten signos de corrosión, fracturas o deformidades.
2. Comprobación de la Altura del Vehículo
- Altura del Vehículo: Comprueba la altura del vehículo desde el suelo. Una suspensión en mal estado puede provocar una altura irregular o demasiado baja, lo que puede ser motivo de rechazo en la ITV.
3. Prueba de Rebote
- Prueba de Rebote: Realiza una prueba de rebote en cada esquina del vehículo presionando hacia abajo con fuerza y liberando. El vehículo debe recuperar su posición normal rápidamente y sin rebotar excesivamente.
4. Ruidos y Vibraciones
- Ruidos Anormales: Presta atención a cualquier ruido anormal, crujido o chirrido que provenga del sistema de suspensión mientras conduces. Estos son signos de posibles problemas que deben ser abordados antes de la ITV.
5. Equilibrio de la Suspensión
- Equilibrio: Asegúrate de que la suspensión esté equilibrada en ambos lados del vehículo. Cualquier desequilibrio puede indicar problemas que necesitan ser corregidos.
Realizar estas comprobaciones de manera regular te ayudará a mantener la suspensión de tu vehículo en buen estado y a aumentar tus posibilidades de pasar la ITV sin problemas. Recuerda que una suspensión en buen estado es crucial para la seguridad y la comodidad de tu viaje. Si encuentras algún problema durante la inspección, asegúrate de repararlo antes de llevar tu vehículo a la ITV.